JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MÉRIDA. Mérida, veintiocho (28) de octubre del año dos mil quince (2015).
205º y 156º
I
DE LAS PARTES Y SUS APODERADOS
DEMANDANTES: VICTOR HUGO MENDOZA MORA y GILBER ANTONIO MORA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros 22.988.605 y 17.894.073 respectivamente, asistidos por la abogada en ejercicio REINA TERESA RANGEL RIVAS, titular de la cédula de identidad Nº 3.764.232, inscrita en el INPREABOGADO bajo el Nº 13.299, de este domicilio.
DEMANDADOS: ciudadanos: 1.-) PAULINO BALZA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. 281.545, domiciliado en la ciudad de Valera Estado Trujillo y 2.-) JOSE EMIGDIO PAREDES, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. 3.031.302.
MOTIVO: PRESCRIPCION ADQUISITIVA.
SENTENCIA INTERLOCUTORIA CON FUERZA DEFINITIVA.
II
SINTESIS PRELIMINAR
El presente expediente se encuentra en este Juzgado, en virtud de la demanda interpuesta por ante el JUZGADO (DISTRIBUIDOR) TERCERO EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MÉRIDA, en fecha 06 de octubre del año 2015 (folio 06), por la abogada en ejercicio REINA TERESA RANGEL RIVAS, asistiendo a los ciudadanos: VICTOR HUGO MENDOZA MORA y GILBER ANTONIO MORA, contra los ciudadanos: PAULINO BALZA y JOSE EMIGDIO PAREDES por PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA, quedando en este Tribunal por distribución en la misma fecha.
En fecha 14 de octubre del año 2015, se le dio entrada a la demanda, y que en cuanto a su admisibilidad, este Tribunal por auto separado resolverá lo conducente (folio 122).
Este es el resumen de la presente causa.
PRIMERO
DE LA DEMANDA INCOADA
Mediante formal libelo de demanda, la abogada en ejercicio REINA TERESA RANGEL RIVAS, asistiendo a los ciudadanos: VICTOR HUGO MENDOZA MORA y GILBER ANTONIO MORA, procedió a demandar a los ciudadanos: PAULINO BALZA y JOSE EMIGDIO PAREDES, por PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA, en cuyo escrito manifiesta entre otras cosas lo siguiente:
“…I
RELACION DE LOS HECHOS
En el año de mil novecientos setenta y nueve, la abuela materna de mis representados, ciudadana MARIA RUFINA MORA PÉREZ, titular de la cédula de identidad número V-2.450.144 y su hija (madre de mis representados) ciudadana MARIA GENARINA MORA titular de la cédula de identidad número V-8.010.865, ocuparon la casa de habitación Nº 4 y el terreno anexo, ubicada en la Avenida Bolívar de la población de Mucuchíes, Jurisdicción del Municipio Rangel del Estado Mérida, en virtud de un acuerdo verbal entre el ciudadano MARTINIANO MORA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad número V-2.450.146, de nuestro mismo domicilio e igualmente hábil, el cual para dicha época sembraba a medias en los terrenos anexos de la referida casa y, el presento dueño del inmueble, ciudadano PAULINO BALZA titular de la cédula de identidad número V-281.545, por cuanto en el sitio donde vivían como inquilinas en el Sector El Pantano de Mucuchíes, las mandaron a desocupar…”
“…Los linderos generales de la citada casa de habitación, incluyendo el lote de terreno anexo que tienen un área de terreno de DOS MIL SEISCIENTOS TREINTA CINCO METROS CUADRADOS CON DIECISEIS CENTIMETROS CUADRADOS (2.635,16 mts2), son los siguientes: FRENTE o NORTE: con la Calle Bolívar, COSTADO DERECHO: con propiedad de Mauricio Araujo y Familia Quintero, COSTADO IZQUIERDO: con propiedad que es o fue del ciudadano Carlos Sánchez y POR EL PIE: con la Urbanización Santa Eduviges, y el área del terreno de DOS MIL SEISCIENTOS TREINTA Y CINCO CON DIECISEIS METROS CUADRADOS (2.635,16 mts2) tal y como se evidencia de Solicitud de Inspección Judicial que sobre el inmueble practico el Juzgado de los Municipios Rangel y Cardenal Quintero de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, en fecha 20 de febrero del 2013…”.
“…Es de suma importancia señalar, que la indicada casa de habitación junto con terreno, fue objeto de una partición hereditaria entre los ciudadanos JOSE EMIGDIO PAREDES e ISABEL PAREDES…..ahora bien, la prenombrada ciudadana ISABEL MARIA PAREDES vendió el inmueble que le correspondió en la partición referida anteriormente, al ciudadano PAULINO BALZA….y que hoy en día pertenecen en propiedad a los ciudadanos PAULINO BALZA y JOSÉ EMIGDIO PAREDES…”
“… II
DEL DERECHO A LA PRESCRIPCION ADQUISITIVA
Ciudadano Juez, la posesión que sobre el referido inmueble, como antes lo he dicho, la ejercen mis representados desde hace mas de veinte años, en forma ininterrumpida, con el animo de propietarios, de tener la cosa como suya propia; y esta revestida dicha posesión de plena y absoluta legitimidad con todas las características contempladas en el articulo 772 del Código Civil; es decir, ha sido y en continua, por cuanto le han ejercido sin intermitencias, sin discontinuidad, con la perseverancia de actos regulares y sucesivos, en cuanto ha mantenimiento, conservación y habitabilidad…”
“…III
PRETENSION Y PETITORIO
Ciudadano Juez, con base a los argumentos de hecho y derecho expresados y de conformidad a lo indicado en el articulo 690 y 601 del Código de Procedimiento Civil, las pertinentes conclusiones que anteceden, los documentos e instrumentos fundamentales que acompaño con el presente escrito, amparados por los artículos 772 y 1952 del Código Civil, en nombre de mis representados y en su condición de OCUPANTES, acudo a su competente autoridad, para DEMANDAR como en efecto formalmente demando, por vía Civil, por PRESCRIPCION ADQUISITIVA O USUCAPION, a los ciudadanos. 1.-) PAULINO BALZA….a sus HEREDEROS DESCONOCIDOS; 2.-) Al ciudadano JOSÉ EMIGDIO PAREDES…a sus HEREDEROS DESCONOCIDOS……y así mismo demandados a cualquier persona natural o jurídica que se considere propietaria o titular del algún derecho real sobre el ya descrito y referido inmueble…”
SEGUNDO
REVISIÓN DE LOS DOCUMENTOS CONSIGNADOS POR EL ACTOR
1.- Copias Certificadas de Partidas de Nacimiento, marcadas con la letra “a” (folios 08 al 12).
2.- Originales de Recibos de Pagos, marcado con la letra “b” (folios 13 al 18).
3.- Copia Certificada de Acta de Defunción, marcada con la letra “c” (folios 19 al 20).
4.- Copia Certificad del Expediente Nº 2080-2013, marcado con la letra “d” (folios 21 al 47).
5.- Copia Certificada del Registro Publico del Municipio Rangel del Estado Bolivariano de Mérida, marcado con la letra “f” (folios 48 al 51).
6.- Copia Certificada del Registro Publico del Municipio Rangel del Estado Bolivariano de Mérida, marcado con la letra “g” (folios 52 al 55).
7.- Copia Certificada de Certificación de Gravamen de SAREN, marcado con la letra “h” (folios 56 al 59).
8.- Copia Certificada de Certificación de Gravámenes de SAREN, marcado con la letra “i” (folios 60 al 61).
9.- Original de Informe de Avalúo, marcado con la letra “j” (folios 62 al 103).
10.- Copia Certificada del Justificativo Judicial Nº 2371-2014, marcado con la letra “k” (folios 104 al 121).
Este Tribunal deja expresa constancia: Estos diez documentos fueron consignados junto con el libelo, y no existen a los autos otro documento que fuera acompañado por el actor en el momento de interponer la respectiva demanda.
III
EXAMEN SOBRE LOS REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DE LA DEMANDA
Este Tribunal para pronunciarse sobre su admisibilidad hace las siguientes consideraciones:
El artículo 341 del Código de Procedimiento Civil establece los requisitos genéricos de la admisibilidad de cualquier acción, en cuya norma rectora se indica:
“Presentada la demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso contrario, negará su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos”.
Partiendo de la norma citada up supra, se observa que del estudio del contenido del escrito libelar se desprende, que la parte accionante, demanda a los ciudadanos: PAULINO BALZA y JOSE EMIGDIO PAREDES, por PRESCRIPCION ADQUISITIVA de un inmueble identificado en dicho escrito cabeza de autos.
Ahora bien, tal y como lo afirma la doctrina el juicio de PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA esta enmarcado dentro de las llamadas acciones declarativas y su finalidad es provocar el reconocimiento y protección de un derecho subjetivo, inherente a una persona, ya sea en forma pasiva o activa, como titular de un derecho real o como acreedor o deudor en una relación obligatoria; por otra parte, la pretensión contenida en el libelo de la demanda, debe estar dirigida a obtener una declaratoria de propiedad sobre bienes susceptibles de ser adquiridos por usucapión. Aunado a lo expuesto, igualmente la parte accionante, debe dar cumplimiento a los requisitos previstos en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil.
Al Tribunal le resulta pertinente examinar exhaustivamente que la parte actora en el presente juicio, ciudadanos: VICTOR HUGO MENDOZA MORA y GILBER ANTONIO MORA, interpuso juicio de PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA, cuyo procedimiento esta previsto dentro del Código de Procedimiento Civil, en el Titulo III “de los juicios sobre la propiedad y la posesión” específicamente en el CAPITULO I, cuya normas rectoras para sustanciar este procedimiento están comprendidas desde el artículo 690 al 696, y específicamente la norma del 691, consagra los requisitos para lograr determinar los sujetos pasivos de la acción interpuesta es decir, para lograr el contradictorio en este procedimiento especial, de tal manera que la norma estipula lo siguiente:
Artículo 691 del Código de Procedimiento Civil:
“La demanda deberá proponerse contra todas aquellas personas que aparezcan en la respectiva Oficina de Registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble. Con la demanda deberá presentarse una certificación del Registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas, y copia certificada del título respectivo.”
De la norma supra indicada, en el presente procedimiento debe este Juzgador previo a la revisión de los recaudos acompañados, verificar la necesidad del cumplimiento de esta norma en el presente juicio a los fines de determinar su pertinencia o aplicabilidad, las cuales en la moderna dogmática procesal se denominan “condiciones de admisibilidad” o “presupuestos procesales”. Se trata pues, de ciertos requisitos especiales, expresos o implícitamente previstos por la Ley
que condicionan la existencia jurídica y validez formal de este proceso, cuya falta obsta la admisión de la demanda para su sustanciación y decisión por el tipo de exigencia formal en este procedimiento.
En efecto, el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, establece como requisitos específicos de pertinencia para permitir la entrada a la demanda por PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA, los siguientes: 1) Que la demanda sea propuesta contra aquellas personas que aparezcan en la Oficina de Registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble. 2) Certificación del registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas. 3) Copia certificada del título respectivo. Considera este juzgador, que es un deber ineludible del demandante cumplir con todos y cada uno de estos requisitos de admisibilidad, ya que los mismos son concurrentes a la hora de considerar la admisibilidad de dicha pretensión.
Es importante resaltar, que el incumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 691 eiusdem, ha sido señalado por el Tribunal Supremo de Justicia, según fallo de fecha 13 de Agosto del 2.002, de la Sala Político Administrativa, como una causal de inadmisibilidad de la demanda de Prescripción Adquisitiva, la cual debe declarar el Juez ante quien se propone la demanda en el momento de providenciar la misma, sin que fuere posible que el Tribunal de oficio solicite el cumplimiento de tal requisito, ya que al tramitarla y dictar sentencia de fondo declarativa con lugar, lo haría incurrir en responsabilidades administrativas, civiles o penales, en virtud de los posibles perjuicios que se le pudiera causar a terceros con derechos en el inmueble en cuestión, de conformidad con lo establecido en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 691 eiusdem, que establece una causal de inadmisibilidad específica a estos procedimientos.
Así mismo, la referida Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 16 de junio de 2005, ratificó el criterio señalado up supra, y en un caso de iguales características al de marras, estableció, las consecuencias respecto del incumplimiento de los requisititos establecidos en la comentada norma, aún y cuando el juicio se encuentre en estado de dictar sentencia sobre el fondo, y al respecto estableció:
“omisis. . . Con fundamento a todas las razones de hecho y de derecho anteriormente planteadas, resulta forzoso concluir que en virtud del incumplimiento de lo previsto en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil... la demanda de prescripción adquisitiva planteada por la parte actora... es inadmisible, siendo en consecuencia irrelevante decidir el resto de la defensas y alegatos esgrimidos por las partes...” (Negritas del Tribunal).
La omisión en el cumplimiento de la norma 691 del Código de Procedimiento Civil, hace que se configure para el Tribunal la dificultad de determinar con certeza la relación jurídica procesal, cuyo presupuesto resulta importantísimo en la verificación de los presupuestos procesales, que le dan vida jurídica a cualquier acción interpuesta, y de obligatoria observancia para los jueces en resguardo al orden público.
Mediante sentencia de fecha 10 de abril de 2.002, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García, la misma Sala Constitucional precisó como excepción al principio del impulso procesal, el artículo 11 del Código de Procedimiento Civil permite al Juez de oficio cuando la ley lo autorice o cuando en resguardo del orden público o de la buenas costumbres sea necesario dictar alguna providencia legal, aunque no lo soliciten las partes, en los siguientes términos:
“... omisis la aplicación del principio de la conducción judicial al proceso no se limita a la sola formal condición del proceso en el sucederse de las diferentes etapas del mismo, sino que él encuentra aplicación provechosa en la labor que debe realizar el juez para evidenciar, sin que se requiera la prestancia de parte, los vicios en la satisfacción de los presupuestos procesales, o cuando evidencie, también de oficio, la inexistencia del derecho de acción en el demandante en los casos en que la acción haya caducado, o respecto a la controversia propuesta se haya producido el efecto de la cosa juzgada o cuando para hacer valer una pretensión determinada se invoquen razones distintas a las que la ley señala para su procedencia o cuando la ley prohíba expresamente la acción propuesta. Todos estos actos están íntimamente ligados a la conducción del proceso, ya que si no satisfacen los presupuestos procesales no nace la obligación en el juez de prestar la función jurisdiccional para resolver la controversia propuesta.
En tal sentido, considera esta Sala que si nuestro jurídico establece que la relación jurídica procesal debe constituirse válidamente satisfaciendo las formalidades que le ley determina, sólo después de que se haya depurado el proceso de cualquier vicio que afecte la válida constitución de la relación procesal o la haga inexistente, es que nace para el órgano jurisdiccional la obligación de conocer y resolver el fondo de la controversia. Por ello, para verificar el cumplimiento de los llamados presupuestos procesales, tanto las partes como el Juez, están autorizados para controlar la válida instauración del proceso, advirtiendo los vicios en que haya incurrido el demandante respecto a la satisfacción de los presupuestos procesales (…) no obsta para que el Juez que conoce el derecho y dirige el proceso verifique en cualquier estado de la causa, incluso en la alzada, el cumplimiento de los presupuestos procesales, aunque al momento en que fue admitida la demanda por el Juez de la causa no se hubiere advertido vicio alguno para la instauración del proceso...”. (Subrayado del Tribunal).
Los presupuestos procesales han sido definidos tanto por la doctrina patria como por la extranjera como los requisitos indispensables que deben cumplirse para el nacimiento válido del proceso, su desenvolvimiento y su normal culminación con la sentencia, “…sin que ésta deba decidir necesariamente en el fondo sobre la procedencia o fortuna de la pretensión y mucho menos que deba ser favorable de otra clase de presupuestos: los materiales o sustanciales.., por lo que los presupuestos procesales tienen la características de ser revisables y exigibles de oficio por el Juez, en razón de estar vinculados a la validez del proceso...” (Compendio de Derecho Procesal Tomo I Hernando Devis Echendía, pág, 273).
En este Sentido, para que un órgano jurisdiccional pueda resolver el conflicto intersubjetivo de intereses (o litigio) que le ha sido sometido a su consideración, es absolutamente necesario que se haya constituido válidamente la “relación jurídica procesal”. Así las cosas, tenemos que, el sujeto activo, esto es, el actor, debe satisfacer una doble carga si aspira que su derecho subjetivo le sea reconocido formalmente por el sentenciador: la primera de ellas, es instaurar una relación procesal que sea jurídicamente válida, de modo tal que el órgano jurisdiccional se encuentre habilitado para entrar a resolver el litigio que le ha sido planteado y, la segunda, demostrar durante el proceso, en la etapa dispuesta a tales fines, la existencia del derecho subjetivo del cual se afirma titular y su incumplimiento.
Para satisfacer la primera carga es necesario que se cumplan, a cabalidad, los requisitos constitutivos de la relación procesal, o lo que es igual decir: “los presupuestos procesales”, mientras que, para satisfacer la segunda, es impretermitible que se verifiquen los requisitos constitutivos de una sentencia favorable a la pretensión del actor.
Ahora bien, resulta que, en virtud de que están vinculados a la validez del proceso, los presupuestos procesales, en general, tienen la característica de ser revisables y exigibles de oficio por el Juez.
Bajo los argumentos anteriormente expuestos, observa este sentenciador que en el presente juicio la parte actora no acompañó a su libelo, tal como era su obligación de acuerdo al artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, la Certificación del Registrador en la cual conste los nombres, apellidos y domicilio de todas aquellas personas que aparezcan en la respectiva Oficina del Registro como propietarios o titulares del cualquier derecho real sobre el inmueble, lo cual significa el incumplimiento de uno de los requisitos establecidos en la norma señalada up supra, y con fundamento a la doctrina expuesta en el sub índice considera quien aquí decide, que por cuanto, el presente juicio, no reunió los requisitos de admisibilidad establecidos por la Ley, en concordancia con el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, cuyos requisitos son fundamentales para interponer la prescripción adquisitiva, debe ser declarada INADMISIBLE la presente acción, de conformidad con el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil. Y así se decide.
IV
DISPOSITIVO
Por los razonamientos antes expuestos, este JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MÉRIDA, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, declara:
PRIMERO: INADMISIBLE la demanda de PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA interpuesta por los ciudadanos: VICTOR HUGO MENDOZA MORA y GILBER ANTONIO MORA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros 22.988.605 y 17.894.073 respectivamente, asistidos por la abogada en ejercicio REINA TERESA RANGEL RIVAS, titular de la cédula de identidad Nº 3.764.232, inscrita en el INPREABOGADO bajo el Nº 13.299, de este domicilio, CONTRA los ciudadanos: 1.-) PAULINO BALZA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. 281.545, domiciliado en la ciudad de Valera Estado Trujillo y 2.-) JOSE EMIGDIO PAREDES, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. 3.031.302, respecto al inmueble objeto de la presente acción.
SEGUNDO: De conformidad con el artículo 252 del Código de procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 288 ejusdem, se le indica a la parte actora que puede hacer uso de los lapsos establecidos en dichos artículos.
TERCERO: Notifíquese a las partes co-demandantes, para que tengan en cuenta la presente decisión, y comisiónese al alguacil del Tribunal hacer efectiva las mismas.
Publíquese, Regístrese y déjese Copia Certificada.
Dada, Firmada, Sellada y Refrendada en la Sala de Despacho del JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MÉRIDA, en Mérida, a los veintiocho (28) días del mes de octubre del año dos mil quince (2015). 205° de la Independencia y 156° de la Federación.
EL JUEZ TEMPORAL,
ABG. CARLOS ARTURO CALDERÓN GONZÁLEZ.
LA SECRETARIA TITULAR,
ABG. LUZMINY DE JESÚS QUINTERO RIVAS.
En la misma fecha se publicó la anterior sentencia previo el pregón de ley, siendo las TRES DE LA TARDE (3:00 P.M.), se libro boleta de notificación, se dejó copia fotostática certificada para la estadística.
LA SRIA.,
ABG. LUZMINY QUINTERO.
CACG/LJQR/mlbp.-
Exp. Nº 29.048.
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